Un día alguien hizo un muro, era frio, triste y muerto,
con el tiempo, los gorriones hicieron de él, su casa.
Vivían allí, criaban, volaban, cantaban,
y el muro se convirtió en algo alegre y lleno de vida!
Pero un día alguien decidió restaurar el muro,
y tapar todos los agujeros donde vivían los gorriones,
el muro volvió a ser gris, frio y triste!
Entonces aparecimos nosotros,
y decidimos poner nidos de colores donde antes habían agujeros,
y les pedimos a los gorriones que volvieran,
y han vuelto!!!!
Nosotros les regalamos los nidos,
ellos nos regalan todo lo demás,
y la ciudad nos lo agradece.