Escuchando el Mediterráneo
La parcela está situada en primera línea de mar, justo delante de una pequeña cala, en la población de la Ametlla de Mar. La brisa del Mediterráneo acaricia a este proyecto en una ubicación privilegiada, desde la cual se escucha el sonido de las olas.
La propuesta abre la casa hacía el este donde tiene sus mayores aberturas, para contemplar las vistas del mar. En la orientación sur tiene un vecino, y menos vistas, de forma que las aberturas que la casa genera en esta orientación, se gestionan mediante patios, paredes, porches y lamas, buscando el equilibrio entre luz, vistas y privacidad.
Pese a que la ocupación por normativa era bastante limitada, el proyecto pretende alargar sus volados al máximo, aunque sean huecos, protegiendo fachadas, y acentuando la horizontalidad de sus formas. La estructura metálica en cubierta nos permite estas grandes cubiertas casi sin soportes inferiores.
La fachada, combina un gran zócalo de piedra seca en planta baja, con un volumen de fachada continua en planta primera con un acabado tipo sate y morteros a la cal, que le dan una textura más heterogénea. Los colores se adaptan a la tierra del lugar, integrándose con su entorno más cercano, y mimetizándose con en el paisaje de la costa. El uso de lamas y revestimiento de madera, formando pérgolas y aberturas, nos permiten controlar la luz solar en los espacios interiores y asegurar la privacidad respecto al vecino y la calle.
El proyecto busca un resultado Mediterráneo, proponiendo zonas exteriores donde disfrutar del sol y de la sombra, con una fachada de tonalidades de la tierra local, utilizando piedra seca, pérgolas, lamas, muretes de piedra para la zonificación exterior y colocando piedras trituradas y las plantas autóctonas y aromáticas en el jardín, que le dan este carácter muy del lugar.
El acceso rodado a la planta sótano, se hace a través del lado norte de la casa. En esta planta se ubica el aparcamiento y unas habitaciones de estudio con luz natural, que dan a un patio inglés, lleno de plantas colgantes y trepadoras, orientado al oeste. En planta baja se ubican un par de habitaciones y la zona abierta de salón-comedor-cocina, que nos da a la piscina y a las mejores vistas. Una gran corredera que se oculta en la pared lateral y el pavimento continuo interior-exterior, nos permite está conexión tan continua con el jardín y las vistas.
En la planta primera se ubica el dormitorio principal, con una pequeña salita previa que abre a la terraza, el vestidor y un baño.
Arquitecto: Pablo Serrano Elorduy
Interiorista: Blanca Elorduy
Aparejador: Ricard Gonzalvo
Constructora: –
Calculista hormigón: CODI Estudi d’Arquitectura
Superficie: 316 m2
Renders: Violette Bay
Fecha del proyecto: 2019
Fecha obra: 2020-2021
